En abril de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 3 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta, y no sin motivo. Este hecho es sin duda una buena ocasión para reflexionar sobre las oportunidades que representa este medio de transporte tanto para nuestro entorno como para nuestras ciudades y nuestra salud.
Actualmente, el 55 % de las personas en el mundo vive en ciudades y esta cifra va cada vez en aumento. A su vez, la dependencia del vehículo de combustible fósil para desplazarnos por la ciudad, está provocando que el 90% de la población urbana europea se encuentre expuesta a niveles de contaminación perjudiciales para la salud. No solo eso, sino que este modelo representa el 42% del consumo de energía final de la economía española y hace que los conductores pierdan, en las ciudades más congestionadas, más de 100 horas al año en el tráfico.
Finalmente, esta elevada dependencia conlleva aún más a reducir la actividad física en gran parte de la población y a aumentar los riesgos de sufrir patologías relacionadas con el sedentarismo. El ruido provocado por el tráfico es otro de los elementos que perjudican la salud de gran parte de los habitantes, además del aumento de la accidentalidad en nuestras carreteras.
En Decathlon estamos trabajando para que el impacto del sistema de transporte sea cada vez menor, por eso en 2018 hicimos el primer cambio de nuestros camiones impulsados ahora por Gas Natural Licuado (GNL) y apostamos por el transporte de mercancías en tren en lugar de otros medios más contaminantes.
Aún así, es en los desplazamientos cotidianos donde la bicicleta aparece como un elemento crucial para la mejora de la calidad del aire en nuestras ciudades y para reducir las externalidades que el actual sistema de transporte causa en nuestro entorno.
En Decathlon estamos convencidos de la necesidad de sensibilizar tanto a nuestros colaboradores como a toda la sociedad sobre los beneficios individuales y colectivos que conlleva la movilidad activa, basada en el deporte. En 2018 lanzamos un reto entre nuestros colaboradores y otras empresas para ver quien era capaz de acumular más kilómetros hechos de manera sostenible hasta el lugar de trabajo, quedando como la primera empresa en el ranking estatal de entre todas las participantes, reduciendo una parte muy importante de nuestras emisiones.
Aún así, durante este 2019 hemos querido ir más allá, e iniciamos una estrategia para promover la cultura de la movilidad sostenible en los desplazamientos de nuestro día a día, basada en hacer más accesibles nuestros centros e impulsando el cambio hacia una movilidad que favorezca la actividad física, sea respetuosa con el medioambiente y promueva un estilo de vida más saludable. En el mismo momento en que escogemos la bicicleta, vamos andando, corriendo o en otros medios activos, ya estamos generando un impacto positivo en nosotros y en nuestro entorno.
Y es que con la bici, te desplazas, aportas tu granito de arena al medio ambiente y, de camino… haces deporte.