Un residuo es todo material que producimos en nuestras actividades diarias y del que nos tenemos que desprender porque ya ha perdido su valor o dejamos de sentirlo útil para nosotros.
El problema de los residuos es que ocupan espacio y hay que colocarlos en algún lugar. Los vertederos son esos puntos para la acumulación de los desechos, pero por mucho que se separe el material aún reciclable, que se prense o que se composte siempre queda una cantidad de residuos que se coloca en un agujero en el suelo, el vertedero en sí. Cuando un vertedero se llena, se cubre y se necesita abrir otro. La vida media de un vertedero es de unos 25-30 años, por lo que en la vida de una persona vemos abrirse tres vertederos. ¿Qué va a pasar cuando no quede espacio? Además, si no se trata convenientemente pueden ocasionar contaminación en el suelo, agua o espacios naturales; y además si acaban en la naturaleza pueden tardar hasta miles de años en degradarse, dividiéndose en micro y nanopartículas que pueden formar parte de la cadena alimenticia si los animales los acaban ingiriendo.
¿Cómo podemos mejorar esta situación? Generando cada vez menos residuos, y para ello os animamos a conocer un poco las 5R:
Reducir: reducir o simplificar el consumo de todo aquello que se compra y se consume. Hay cosas que no necesitamos y que compramos igualmente para luego almacenarlas en un armario, plantéate si realmente necesitas ese objeto. Por ejemplo, probablemente no necesitas tener dos pares de pantalones vaqueros que son prácticamente iguales.
Rechazar: el mejor residuo es el que no llega a producirse.Por ejemplo, en vez de comprar magdalenas envasadas individualmente, y luego en pack de dos, y luego con un cartón, y luego un plástico por encima, podemos comprarlas en la panadería de toda la vida por unidad o al peso.
Reparar: arreglar cualquier tipo de objeto que por cualquier razón se haya estropeado (siempre que sea posible, claro). Por ejemplo, si se nos estropea una función de nuestro móvil, en vez de comprar uno nuevo podemos llevarlo a una tienda especializada para que nos lo reparen.
Reutilizar: volver a utilizar las cosas y darles la mayor utilidad posible u otra utilidad totalmente diferente antes de que llegue la hora de deshacernos de ellas, dado que al disminuir el volumen de la basura. Por ejemplo, podemos utilizar una camiseta vieja como pijama, y una vez que ya no sirva de pijama, podemos fabricarnos una bolsa de tela para ir a la compra o incluso trapos para limpiar la casa.
Reciclar: consiste en el proceso de someter los materiales usados o residuos a un proceso de transformación o aprovechamiento para que se puedan volver a utilizar, reduciendo de forma verdaderamente significativa la utilización de nuevos materiales, y con ello, más basura en un futuro. Por ejemplo, con aproximadamente 40 botellas de plástico se puede fabricar un forro polar.
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